Hablando con hasta trece exalumnos del colegio que han alcanzado puestos de responsabilidad en distintos ámbitos, Jordi Évole trata de descubrir el secreto del éxito de El Pilar y acaba consiguiendo un retrato de la élite de este país, una élite que no es accesible a los medios muy a menudo.
Juan Luís Cebrián, Antonio Garrigues Walker, Luis Alberto de Cuenca, Fernando Schwartz, Luis M Anson, Fernando Sánchez Dragó y el ex ministro de Suárez Ignacio Camuñas son algunos de los protagonistas del programa; todos ellos exalumnos de El Pilar, un colegio que trascendió a los medios cuando Juan Villalonga fue nombrado presidente de Telefónica durante el primer gobierno de Aznar. Ambos habían sido compañeros de pupitre.
“Nos reconocemos y nos ayudamos siempre que podemos”, “la educación era liberal, abierta y exigente”, “éramos unos privilegiados aunque entonces no éramos conscientes” o “en el primer consejo de ministros de Suárez miré alrededor de la mesa y vi que éramos 5 pilaristas de 16 ministros” son algunas de las frases de los exalumnos invitados al programa. El historiador Luis Enrique Otero lo resume así: “En El Pilar estaban y se encontraban los que tenían que estar y se tenían que encontrar”.
¿Por qué ha salido gente tan importante de El Pilar? ¿La educación de El Pilar estaba enfocada a alcanzar el poder? Cuando la élite teje una red de contactos, ¿se accede a puestos de responsabilidad por amiguismo o por meritocracia? ¿Cerraron el paso los pilaristas a otros igual o mejor preparados?