“Yo no me he acostumbrado a mi trabajo y eso me ayuda, porque si te acostumbras pierdes la capacidad de innovar”, reflexiona Francisco en los primeros minutos de entrevista, donde también dice tener "la gracia de dormir como un tronco".
Sobre las redes sociales, cree que “son una bendición, pero también un atinamiento”, porque no es lo mismo estar conectado que comunicar. Él no tiene teléfono móvil y no ve la televisión. Desconecta con música clásica o leyendo un libro y prefiere comer con todos en la Casa Santa Marta.
También habla de los logros y la limpieza durante su pontificado y considera que “en teoría puede haber enemigos, pero nadie se puso en frente para impedirme hacer cosas”. “Yo trato de que la limpieza se vaya haciendo sola con avances”, admite.