Para comenzar, desenroscamos las láminas de hojaldre sobre el papel en el que vienen y las pinchamos con un tenedor. Necesitaremos 4 bandejas de horno para cocinar todas las láminas de hojaldre.
Colocamos una lámina sobre una bandeja de horno y la cubrimos con un trozo de papel de horno y otra bandeja. Repetiremos el proceso hasta colocar las 3 láminas de hojaldre y colocando una bandeja sobre la última.
Cuando el horno haya calentado a 180º C, introducimos las bandejas y horneamos las láminas de hojaldre durante 20 minutos. Después las retiramos y las dejamos enfriar.
Para el relleno, ponemos la mitad de la nata en un bol grande con la mitad de la esencia de vainilla, la mitad del azúcar glas y la mitad del estabilizante. Montamos con una batidora de varillas eléctrica hasta que quede bien montada y la introducimos en una manga pastelera con boquilla rizada. Montaremos el resto de la nata de la misma manera y esta vez la introducimos en otra manga pastelera con boquilla rizada. También reservaremos unos daditos de melocotón en almíbar para decorar.
Llega la hora de formar la base de la tarta: coloca una lámina de hojaldre sobre la encimera y vamos formando botones de nata por toda la superficie, poniendo también la mitad del melocotón en almíbar. La tapamos con otra lámina de hojaldre y cubrimos con botones de nata y el resto del melocotón en almíbar.
Para terminar, colocamos la tercera lámina de hojaldre y decoramos la parte superior a nuestro gusto con el resto de la nata, unos daditos de melocotón, unas grosellas y unas hojas de menta. ¡Y a endulzar los últimos minutos del año!