"Yo lo he disfrutado un montón, me estuve formando y realmente me quedo con el proceso de lo vivido, cuatro meses maravillosos y sí que es verdad que es importante lo que piense la gente, pero pase lo que pase me quedo con lo vivido", ha reflexionado la artista sobre su debut en ficción y ha bromeado con lo que desconocía de un rodaje así, como la marca para comenzar con el texto.
Para Aitana, actuar con lentillas le impedía mostrar las emociones como quería, pero tiene miopía y astigmatismo y eso le complicó la tarea: "no siento que se muestre tanto el brillo de los ojos y muchas veces actuaba sin lentillas y no veía la marca. Miguel me dice que con todo lo que tengo no puedo ir así por la vida porque no voy a ver nada".
Confiesan que "fue complicado" aceptar el proyecto, porque en un principio pensaban que se trataba de una broma y no son partidarios de hablar de su vida privada como pareja. "A nosotros nos movía ser parte de un proceso de creación de un personaje y con eso poder hacer una historia que mereciera la pena ver. Fue muy bonito y yo me lo pasé muy bien", asegura Miguel.
Han sabido separar vida personal y profesional, aunque el actor intentó trasladar los ensayos a casa tras una escena con la que estaban muy emocionados. "Así emocionado con las carpetas de los guiones me miró y me dijo que lo bueno de que seamos pareja es que podemos ensayar en casa", ha contado Aitana.