Alberto Núñez Feijóo ha reconocido que en un primer momento no le gustó demasiado tener que dejar Galicia para hacerse cargo del partido y ser el candidato a las elecciones generales, pero lo ha asumido con responsabilidad: "Entendí que mi obligación era venir a intentar unir un partido que me dio muchas posibilidades para conocer la gestión de las cosas públicas y con el que aprendí mucho".
Asegura que hay líneas rojas que no va a cruzar si se da un pacto con Vox para gobernar el país en caso de ganar las elecciones y necesitar sus escaños para un gobierno de coalición: "No voy a negociar que la sanidad en mi país no va a seguir siendo pública y gratuita o que la educación tiene que ser de calidad y que cualquier persona tiene derecho a la mejor educación ni voy a negociar la violencia machista. No voy a negociar el estado autonómico".
En cuanto al manifiesto del partido que lidera y la iluminación de su sede con los colores de la bandera del colectivo LGTBIQ+, sostiene que es "una declaración de intenciones y una convicción. Vamos a seguir respondiendo sin ninguna duda a todos los derechos de esos colectivos como no puede ser de otra manera, porque los derechos son sagrados", pero también ha respondido con la voluntad de modificar la legislación actual. "Vamos a modificar la actual Ley Trans porque no respeta el sexo biológico y lo vulgariza", ha respondido.
También ha matizado sus diferencias con la legislación vigente en materias como el aborto o la eutanasia: "Nosotros admitimos esa ley del aborto y el principio es bastante sencillo, si tiene un problema económico, debemos solucionárselo. Cuando una mujer quiere tener un hijo debemos acompañarla y cuando quiere interrumpir su embarazo no puede haber un poder público que se lo impida y si lo hace de acuerdo con la ley esa mujer está tomando una decisión que yo voy a respetar".