'El Hormiguero' afronta una semana más por todo lo alto. El primer invitado de esta semana ha sido ni más ni menos que el conocido actor internacional, Johnny Depp, el cuál ha sido la primera vez que acudía al programa y lo ha hecho para promocionar su nueva película, pero esta vez como director.
Durante la entrevista,lo ha acompañado el actor italiano Riccardo Scamarcio, protagonista de la película 'Modi, three days of the wing of madness' que se estrenará en el Festival de Cine de San Sebastián.
Nada más comenzar la entrevista, Pablo Motos decidió agasajar a los actores con un regalo muy especial, dos guitarras españolas hechas con madera de más de 70 años, lo cuál le sorprendió y le hizo mucha ilusión a ambos actores.
Durante la entrevista, Pablo Motos profundizó en la pasión de Depp por la música. El actor recordó que la música fue lo que le salvó durante su juventud: "La música fue lo que me salvó de las locuras de la juventud y de mí mismo". Reveló también que aprendió a tocar la guitarra con un libro que robó a los 12 años: "Liberé ese libro de una tienda local, era pequeño y me cabía justo en el pantalón. Tenía fotos que mostraban dónde colocar los dedos, así fue como empecé". Scamarcio, por su parte, comentó que tocaba la batería, bromeando sobre lo difícil que sería robar una batería.
A continuación, el director ha contado la divertida anécdota de cómo supo que RiccardoScamarcio era "su hombre" para el papel que buscaba. Acordaron una reunión que iba a darse a través de videollamada y al actor le pilló en plena carretera, cuando iba de viaje con su familia, así que no dudó en parar en una gasolinera y conectarse con Depp. "Yo veía botes de ambientadores y objetos raros por detrás y entonces le dije 'pero tío, ¿dónde estás?', ahí supe que él era mi hombre", ha confesado Johnny entre risas.
Además, al ser preguntado por su secreto para no perder la confianza en sí mismo, ha hecho una profunda reflexión: "Todo lo que he hecho desde el primer momento que empecé a vivir en este mundo es tomarme cada instante como una experiencia con la que, bien aprendes y sigues adelante, o acabas metido en un agujero lleno de pena y odio y todas esas cosas innecesarias".
"La idea del odio, odiar a alguien, requiere que te importe bastante como para llegar a odiarlo. Y esa es otra carga que creo que ninguno necesitamos. Apártate, sigue adelante, levántante, sigue adelante", ha indicado.