José Sacristán no quiere dejar su profesión "mientras la madre naturaleza se lo permita", porque aunque para Reverte el síntoma más claro de que te estás haciendo mayor es la pereza, el actor no lo comparte y para él "el más evidente es al bajar escaleras, porque ya hay una falta de percepción y de confianza, que no pasa al subirlas".
"Mientras la madre naturaleza se siga portando no pienso en parar, pero no quiero dar el espectáculo bochornoso si llega el momento. El coco funciona y la gente me sigue comprando los ojos, siempre cuento con el favor de la gente", ha dicho sobre el respaldo que tiene del público en sus representaciones.
Se cuida mucho porque dejó de fumar cuando le ofrecieron "El hombre de La Mancha", tampoco se considera excesivamente goloso y admite que tiene mucha suerte con el sueño: "yo puedo dormir diez horas tranquilamente, aunque tenga que ir al baño, porque me levanto y vuelvo a quedarme frito al instante".