El actor se ha tatuado recientemente una tirita en la que se puede leer "I.m o.k" y también la cabeza de un lobo, por su papel en la película 'Bajo la piel de lobo'.
Hay dos tatuajes de los que Mario prefiere no dar detalles y son unos puntos en su brazo izquierdo y el corazón que luce en el brazo derecho. Son "íntimos" y ha preferido referirse a los dibujos ligados a sus trabajos cinematográficos.
Para su papel en 'El fotógrafo de Mauthausen' también ha experimentado un espectacular cambio físico del que ya se ha recuperado.