Melendi logró con sus letras enamorar a aquellos que todavía no lo habían escuchado y volver a iluminar las caras de sus fans más acérrimos.
Starlite es un lugar con gran acústica y un aforo limitado. Este hecho permitió a los asistentes vibrar con Melendi, sentir su música de pies a cabeza y crear un ambiente donde el cantante y el público se convertían en un una sola voz.