Manolita sigue investigando por su cuenta y aunque su mejor amiga empezó ayudándole y acompañando a la matriarca de los Gómez a Chueca para descubrir qué ocurrió la noche en la que murió Marisol, llegó un momento en el que no pudo más.
Cuando se alejó y tomó partido por Pelayo y Marcelino al verles tan mal, perdió la amistad de Manolita, algo que no se puede permitir: "Es mucho más que una amiga. Es como si me hubieran arrancado un trozo de mi".
Ahora, ha decidido desahogarse con Don Abel y buscar un consejo sabio para enfrentarse a la situación. "A veces el dolor nos empuja a hacer cosas desesperadas", le ha dicho el capitán a Benigna y le ha pedido que esté más cerca que nunca de su amiga, aunque no quiera verla, porque sigue necesitando todo su apoyo.