Ahora que Begoña ha despertado y se encuentra algo mejor, reúne las pocas fuerzas que tiene para subir al desván, pero don Damián se ha llevado todas las pruebas y no duda en amenazarla para que guarde silencio.
Begoña sabe demasiado: el doble crimen de Valentín y Clotilde, el robo del dinero de los Merino y el intento de Jesús de acabar con su propia vida. Y el patriarca de la Reina no duda en intervenir para impedir que se descubra la verdad.
"El adulterio se paga con la cárcel", comenzaba Damián su amenaza. Está dispuesto a denunciar hasta a su propio hijo Andrés para impedir que acuda a la policía. "¿Por qué te crees que todavía no ha denunciado lo que te hizo Jesús?".
Pero no solo se contenta con eso, sino que también chantajea a Begoña con hacerle daño a su madre: "Si vais los dos a la cárcel la enviaré a uno de esos manicomios para gente sin recursos. Le quitarán los delirios a base de freírle el cerebro".
"Es usted un indeseable". Begoña no da crédito a la actitud de su suegro, pero Damián estña dispuesto a todo por encubrir la verdad y la reputación de la familia. "Es mi hijo, sangre de mi sangre. Soy capaz de lo que sea por protegerle".
"Paz para tu madre a cambio de tu silencio", es la condición que le pone el patriarca de la Reina a su nuera para que no cuente a nadie todo lo que sabe.
¿Cumplirá Damián sus amenazas? ¿Está dispuesta Begoña a renunciar a su libertad?