¿Cuál es el secreto para ser la pareja más afortunada de 'Masters de la reforma'? La respuesta a estas alturas, tras cuatro programas, ya sólo la tienen Antonio y Elisa: salvados siempre en la prueba por equipos, son la única pareja que aún no se ha enfrentado a la ronda de eliminación. Y esta vez con mayor mérito: primero, ganando la prueba de habilidad con una 'obra de arte' sobre gresite.
Y, después, como capitanes de la cuadrilla ganadora por su reforma del interior de la finca en el madrileño barrio de Campamento. Si ellos fueron la cara, la cruz la tuvo esta semana Álex como jefe del equipo que se encargó de las obras en el exterior. Se enfrentaron a un terreno muy rebelde que no supieron alisar para crear un camino de grava y un jardín. ¿Y si hubieran usado el martillo dorado? Ése fue su gran debate.
Tal fue el problema con el terreno y el césped que el equipo verde tuvo que tirar de conocimientos científicos... O al menos Álex lo intentó aplicando a su manera el principio de Arquímedes.
Para devolverles la sonrisa a los peones que se jugaban la expulsión, fue fundamental la llegada de la invitada de esta semana: Silvia Abril. La humorista y presentadora, que les encargó como tarea crear una cocina, también reveló cómo se les da a Andreu Buenafuente y a ella todo esto del bricolaje y la decoración: "Somos doña Reformas".
La prueba de eliminación siempre deja sorpresas, especialmente para los propios peones. Que se lo digan a José e Iratxe: de no saber montar un mueble y estar al borde de rendirse, pasaron a salvarse gracias a que terminaron dando vida a la mejor cocina.
Si Antonio y Elisa son la pareja que nunca se ha enfrentado a la expulsión, Javier y Jonathan son los que han hecho pleno en la cuerda floja. Y el jurado ha tenido que elegir entre ellos, Álex y Naomi, y Paco y Jessica. Así se ha vivido una de las despedidas más tristes hasta el momento.