"La cocina es un arte, una forma en la que expresarte y tener la oportunidad cada día de contar lo que hacemos es muy bonito y tiene mucho valor", resalta el chef mientras repasa el 'perfeccionismo' en el arte.
Para él, su restaurante tiene que ser un lugar al que la gente acuda para pasárselo bien: "quiero que los clientes vengan a comer, beber y a disfrutar. El 'Noor' tiene que ser un lugar para 'disfrutones'".
"Yo soy feliz llevando todo al extremo", reconoce cuando habla de las exigencias y de lo importante que es darlo todo por el cliente y que se vaya fascinado del restaurante.