Pablo Motos comenzó la entrevista preguntándole cómo llevaba el haberse convertido en un jugador tan famoso en tan poco tiempo, lo que le ha valido para convertirse en el más joven aspirante al Balón de Oro 2024.
Lamine ha dicho que no tiene miedo de la fama porque desde pequeño su club, el Barcelona, le ha preparado para ello y que siente una gran satisfacción por ser el jugador de futbol más joven nominado al Balón de Oro, aunque no cree que pueda llevárselo este año.
Además, añade que gracias a su madre tiene los pies en la tierra: "Voy a casa de mi madre y me dice haz la cama, ponte las chanclas, cierra la puerta, etc. Es mi forma de tener los pies en la tierra. Ella manda más que mi representante", ha contado divertido. "Quiero comprarme un pulpo como animal de compañía, pero mi madre no me deja", ha reconocido.
A continuación Motos le pregunta cómo llevó sus estudios de 4º de la ESO durante la Eurocopa y dijo que fue un gran sacrificio estudiar para los exámenes mientras los demás jugaban a la Play, pero que valió la pena porque consiguió aprobar.
Más adelante Pablo quiso conocer lo que sentía con los comentarios racistas que algunos vertían sobre él y Lamine aseguró que prefiere no responderlos. Afirmó que se crió en un barrio obrero con su familia que le enseñó valores, donde comenzó a jugar al futbol en el parque con los demás vecinos y que por eso celebra sus goles haciendo un gesto con las manos que forma el número 304 en honor a su barrio.
Finalmente al preguntarle Matos sobre su futuro en el fútbol afirmó que espera ser siempre jugador del FCB y que para él es un orgullo que lo comparen con Messi, pero que él quiere tener su propio sello y su propia personalidad.